jueves, 4 de noviembre de 2010

hambre

Fisiología
Fisiológicamente, el hambre está producido por los grandes estímulos que ejercen ciertas sustancias sobre nuestro cerebro. Así, por ejemplo, la hipoglucemia, estimula al hipotálamo lateral y produce estímulos vagales que nos obligan a comer, mientras que los ácidos grasos, la colecistoquinina y la serotonina estimulan al hipotálamo ventromedial y nos producen la sensación contraria del hambre: la saciedad.
En esta situación, se activan los procesos necesarios para la consecución de alimento: Actividad del sistema dopaminérgico, dota al sistema nervioso central de una claridad en el pensamiento y en la percepción del medio (similar a la que la estimulación por drogas pueda causar), aumentando la neuroactividad (en algunos casos rozando la precognición: El depredador se adelanta a los movimientos de su presa). Cuando la fuente de alimento está localizada, entran en funcionamiento las catecolaminas (en concreto la adrenalina), que dotará al organismo de energías de reserva para poder conseguir la fuente de energía necesaria.

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